Desde mi perspectiva, es mejor que haya personas que puedan dar un hogar a los niños, independientemente de su preferencia sexual, a que se les impida tener una familia por miedo a los prejuicios sociales.
Algo que me interesa destacar es que hay personas que suelen caer en contradicciones cuando de este tema se trata, pues por un lado defienden la diversidad en preferencias sexuales y aceptan el matrimonio de parejas homosexuales, pero por otro lado se niegan a aceptar uno de los derechos humanos de cualquier persona que es el poder decidir y planificar el número de hijos si es que desea tenerlos, y aprovechar los avances médicos y legales para poder lograrlo. A lo que me refiero es que muchas personas aceptan los derechos a medias de las personas homosexuales, porque en pocas palabras piensan: “si se quieren, que se casen y que sean felices”, “pero que no tengan hijos”.