- Se derivó del sustantivo latino identĭtas, que proviene de idem ‘el mismo’, ‘lo mismo’
- El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, lo define como:
1. f. Cualidad de idéntico.
2. f. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
3. f. Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
4. f. Hecho de ser alguien o algo el mismo que se supone o se busca.
5. f. Mat. Igualdad algebraica que se verifica siempre, cualquiera que sea el valor de sus variables.
La identidad es una relación de igualdad de un ser consigo mismo. Actualmente se usa este término en varios sentidos, pero consideremos especialmente dos.
Por un lado, se usa identidad para referirse a la convicción o sensación de pertenencia a un colectivo. Se habla por ejemplo de identidad nacional, identidad universitaria, identidad popular, etc. Imaginemos a un grupo de personas que se identifiquen como mexicanos. Seguramente serán muy diferentes entre sí, pero podrían señalar rasgos en los que hallen ciertas coincidencias que tengan que ver con la época, el lugar, el entorno geográfico, etc. A veces sucede, también, que un individuo no concuerde con todas las prácticas y principios de un grupo, pero aun así diga que se identifica con él porque considera que son más las coincidencias que las divergencias.
Por otro lado, se usa identidad para referirse a la manera en la que uno se concibe a sí mismo. Y en esa concepción suelen incluirse elementos característicos de determinada colectividad. Así, por ejemplo, un muchacho puede considerar como una característica muy importante de sí mismo el hecho de ser darketo, lo que implica, la adherencia a los principios de un grupo. Pero también puede pasar que alguien, aun teniendo la nacionalidad mexicana no considere los elementos que comúnmente se vinculan con la mexicanidad como parte de su identidad personal.
En sexualidad también se usa el término identidad en el sentido de pertenencia a un colectivo. Una persona puede sentirse identificada con las mujeres, por ejemplo. Los elementos característicos de ese colectivo varían muchísimo dependiendo del momento histórico, la configuración social, económica, política y cultural. Lo que se considera, pues, propio de las mujeres no es lo mismo hoy que en el pasado, ni aquí que en Afganistan. Asumir que lo que comúnmente se asocia con lo femenino constituye una norma que toda mujer deba seguir ha ocasionado una serie de problemáticas sociales ante los cuales han surgido corrientes de pensamiento como el feminismo, la Teoría Queer, la perspectiva de género presididas en muchos caso por filósofas que han retomado el pensamiento del francés Michel Foucault. Por ejemplo: Judith Butler y Graciela Hierro.
Respecto a la dimensión del concepto identidad como un reconocimiento de sí, en sexualidad suelen considerarse varios elementos que una persona puede o no tener en cuenta al momento de caracterizarse a sí mismo, por ejemplo: el sexo biológico y la orientación sexual. Algunas posturas sostienen que estos están siempre elementos unidos al género en términos binarios (hombre-mujer); sin embargo, otras corrientes, han cuestionado el determinismo biológico de la sexualidad aportando elementos muy importantes al debate. Uno de los casos emblemáticos de esta polémica es el de los hermafroditas, que Foucault abordó en su texto Los Anormales.
Karla Alday (@karlaalday)