Para responder este ejercicio vale la pena tener en cuenta lo siguiente: Recordemos que en las argumentaciones se ofrecen premisas o razones a favor de una conclusión, mientras que en otro tipo de interacciones lingüísticas esto no sucede, como cuando pedimos permiso para salir, cuando maldecimos, cuando bromeamos, etc. Éstos tres últimos ejemplos de interacciones lingüísticas son emisiones realizativas que propiamente hablando no son verdaderas ni falsas, sino afortunadas o desafortunadas dependiendo de la situación en la que se presentan (cuando un estudiante pide permiso para ir al baño eso no es ni verdadero ni falso). En cambio, las premisas o razones y la conclusión que constituyen un argumento, sí son verdaderas o falsas (cuando yo le digo a mi hermanito que el perro está enfermo y por lo tanto se va a morir, puede ser verdadero o falso tanto que se va a morir –que sería mi conclusión- como la razón que doy para afirmar eso). Las emisiones que pueden ser verdaderas o falsas (por ejemplo, los enunciados que constituyen las premisas o la conclusión de un argumento) las llamamos constatativas porque “constatan”, describe o dan cuenta de cómo son las cosas en el mundo y eso puede ser falso o verdadero (por ejemplo, si alguien describe el clima de Acapulco diciendo que hace frio).