¡Daanteeee!

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Aprendizaje 1. Distinguir argumentaciones de otros tipos de interacciones lingüísticas

Versión 310815

¡Daanteeee!

Marco Antonio Hernández Ramírez

Ese día Nube y Luvina habían decidido estudiar juntas álgebra. Ambas tenían un fuerte apego a viejas tradiciones como preparar sus exámenes con antelación y repasar las clases del día en casa. Además, tenían un hábito que era raro para sus demás compañeros: estudiar previamente los temas que verían en clase.

El tema que estudiarían esa tarde sería el de productos notables. Las dos adolescentes se dirigían a casa de Dante Muñoz, un amigo de Luvina, al que le había prestado su Baldor de álgebra. El Baldor era un libro que Luvina quería mucho, pues lo había heredado de su tía Frida, Frida a su vez de su hermana mayor, Paola, y Paola a su vez lo recibió como regalo de un tío lejano que deseaba que fuera matemática.

Al llegar a la casa de Dante, Luvina lo llamó a gritos. Esto incomodó a Nube, al grado que inmediatamente interrumpió a Luvina cuando tomaba aliento para un segundo llamado.

—Deja de hacer eso. No grites, por favor. ¿No crees que es mejor tocar el timbre? Si tu amigo está en casa, es suficiente con tocar el timbre y saldrá a atendernos sin necesidad de notificar a todo el vecindario que estamos buscando a Dante. 

Ese día en particular, Luvina parecía dispuesta a jugarle bromas a Nube y mirándola a los ojos volvió a gritar a todo pulmón el nombre de su amigo.

—¿Cómo te convenzo de que dejes de hacer eso? —dijo Nube, al tiempo que se llevaba las palmas de las manos a los oídos con una expresión exagerada de dolor.

—Muy fácil. Dame un buen argumento para no hacerlo —sentenció Luvina.

—¿No ves que tus gritos desaforados me lastiman los oídos? ¿Quieres un mejor argumento? —dijo Nube mirando a Luvina con incredulidad.

—Mal, Nube. ¡Tache! —Luvina hizo un movimiento de reprobación con la cabeza —¿Sabías que hay buenos y malos argumentos? Te pido un argumento, no importa si es bueno o malo, para dejar de llamar al Dantecillo de esa manera… te pido un argumento y me respondes con una pregunta, es decir, ni siquiera con un mal argumento. Inicialmente me ordenabas que dejara de hacerlo. Me lo pedías en tono de mando. Pero ni las órdenes ni las preguntas por sí mismas son argumentos. Las órdenes se obedecen o no se obedecen, las puedes matizar con un tono cortés, pero están lejos de ser constatativas, ¿te acuerdas? Lo vimos en la clase pasada de Lógica. Y no pueden formar parte de un argumento. En el caso de las preguntas, se responden o no se responden. También con ellas entra mucho en juego el tono en que las formules para obtener una respuesta amable, pero tampoco son constatativas. No dicen nada de la realidad y tampoco entran en los argumentos —Luvina le guiñó un ojo a Nube—. ¡Acuérdate!, en lógica, a las preguntas y a las órdenes les llamamos «realizativas», y no forman parte de un argumento como sí lo hacen las emisiones constatativas. O sea «Luvina es morena», «Luvina y Nube estudian el primer semestre del bachillerato tecnológico» son constatativas, tú misma me puedes decir si son o no ciertas. Pero «¡Cállate!», por otro lado, es un buen ejemplo de una emisión realizativa, pues solo con una acción puedo responder a ella: callarme o no callarme. Un argumento está conformado por emisiones constatativas y, no importa si es bueno o malo, puede ser capaz de persuadirme racionalmente de que deje de gritar. Vamos, inténtalo de nuevo.

—¡Ay, Luvina! Desde que estás con lo de la Olimpiada de Lógica andas insoportable con tus argumentos, tus silogismos, tus inferencias y ahora tus emisiones estas. Me caías tan bien cuando querías ser poeta como yo, o química como tu madre. Ahora sé por qué el agua de limón me queda siempre insípida.

Luvina escuchaba a Nube con una expresión de ternura y compresión en el rostro.

—¡Pero desde que te empezaste a juntar con Mariano…! —continuó Nube—. Pero, la mera verdad, estoy de acuerdo contigo en algo: no me gusta que en la casa los mayores me impongan cosas con órdenes ni mucho menos con órdenes disfrazadas de preguntas. ¿Acaso creen que soy tonta? Pero, hasta antes de que entráramos al bachillerato tecnológico, esos eran los únicos argumentos que yo conocía: «¿Me puedes traer el periódico?», «¡Porque soy tu hermano mayor!», «¿No te gustaría ver un ratito el partido de fut?», «¿Ya hiciste tu tarea?», «¿No tienes que ir hoy a la papelería?». En verdad quisiera que me trataran como un ser racional y me dieran razones o me argumentaran, como tú dices, para dejar de ver mi serie 31 minutos o para ir por un periódico deportivo. Cuando me hablan así, me siento como si fuera el Otto, el perrito maltés del que te conté, el que encontré en la calle y que adopté hace tiempo. Pobre, para él toda charla con mi familia se reduce a «¡Siéntate!», «¡Sácate!», «¡Cállate!». Creo que soy la única persona que platica con él. Pero tengo una duda, ¿tú qué consideras un argumento? Lo digo porque una lista de enunciados constatativos puede ser una mera descripción de hechos: «La tarde está fresca, la plaza está concurrida y los niños comen naranjas con chile piquín». O un poema: «Puedo escribir los versos más tristes esta noche… El viento de la noche gira en el cielo y canta». ¿A poco me los comprarías como argumentos???

—Pues, no. Verás, Nube, a mí no me incomoda que me pidas las cosas con gritos, preguntas o argumentos. Somos amigas y sé cuándo algo te molesta. Pero mira, un argumento es como una lista de enunciados falsos o verdaderos que llamamos «premisas». Al final de la lista está otro enunciado también constatativo que llamamos «conclusión». Esta última es la que uno quiere defender o sostener mediante las anteriores. Entonces deben estar relacionadas las premisas con la conclusión. No creo que se siga del hecho de que la tarde esté fresca el que yo deje de gritarle a Dante, o que se siga de que puedes escribir versos tristes esta noche. Pero, Luvina, hay algo que no te he dicho…

Nube interrumpió a Luvina con un ademán que parecía una mezcla de despedida y reprobación.

—Sé lo que vas a decir —Nube frunció los labios—. Tampoco te gusta que te traten como un ser irracional. Tratando de ser coherente con lo que deseo para mí misma, déjame darte un argumento para que no lo llames a gritos. Premisa: si llamas a gritos a Dante, todos los que se llamen «Dante» en esta casa y en las demás, se distraerán de lo que hacen, y los que no sean nuestro amigo, se distraerán con una molesta falsa alarma… Pero, ¿queremos molestar a la gente? Entonces no llamemos a Dante a gritos.

—Gracias, Nube, pero creo que hay algo que he olvidado decirte… —dijo Luvina con una leve sonrisa.

Nube chasqueó los dedos en expresión de ¡Eureka! y antes de que Luvina continuara, la interrumpió poniendo su mano izquierda sobre su hombro.

—Perdóname, Luvina, por ser tan mezquina y retórica contigo. Déjame reconstruyo el argumento y hago explícitas todas las premisas, incluso la que insinúo con mi pregunta retórica. Entonces mi primera premisa es que tal vez no es el único Dante en esa casa, tal vez ni siquiera en la calle. Su papá o su abuelo, o ambos, también pueden llamarse «Dante» y al escuchar tu grito crearás distracción y confusión innecesaria en los tres. Segunda premisa: cualquier persona que escuche su nombre en un grito desde la calle pensará que se dirigen a ella. Premisa tres: todo aquel que esté concentrado en algo se distraerá si cree que le llaman de urgencia a gritos desde la calle. Premisa cuatro: es muy molesto para cualquiera ser distraído por una falsa alarma. Por último, y esto es lo que dije de manera retórica en la pregunta: sé que ni tú ni yo queremos molestar a la gente. Por lo tanto, conclusión, no debemos llamar a Dante a gritos.

—Gracias, Nube, era suficiente con tu argumento corto o entimemático, el argumento con premisas implícitas, pero… el problema es que la casa de Dante no tiene timbre y seguro está haciendo su tarea con su mugre iPod a todo volumen. En otras ocasiones me ha dejado horas parada aquí hasta que algo o alguien le indica que estoy acá afuera como abonero, buscándolo. Si cabe la posibilidad de que haya tres Dantes en esta casa, al menos uno de ellos nos escuchará si persistimos en mi método.

—¡Ups! Ahora entiendo. Ya se me hacía raro en ti, que eres tan discreta, que te soltaras a pegar de gritos en medio de la calle. Pero si queremos estudiar productos notables esta tarde, como lo habíamos acordado, creo que tendremos que unir fuerzas…

—¡Daanteeee!

 

Guía para facilitar el análisis y la reflexión sobre el texto ¡Daanteeee!

La plática entre Nube y Luvina muestra que además de las argumentaciones existe otro tipo de interacciones lingüísticas. Nube le ha dicho a Luvina que los argumentos se construyen con emisiones que se llaman constatativas, y le ha aclarado que las órdenes y las preguntas no son emisiones constatativas sino realizativas. Tenemos entonces emisiones constatativas (enunciados falsos o verdaderos) y realizativas (órdenes, juramentos, preguntas…).   

Veremos cuál es el papel de los enunciados constatativos en la construcción de argumentos y en la de nuestro conocimiento cotidiano y científico. De manera muy general podemos decir que un argumento es una secuencia de oraciones o enunciados constatativos que generalmente están al principio y que llamaremos «premisas». Al final de la secuencia encontramos un enunciado constatativo que llamaremos «conclusión» (esto se trabajará con más detalle en A2). Este orden no es estricto, pero no perdemos nada si ahora lo consideramos así con la intención de lograr nuestro propósito: caracterizar un argumento lógico.

Un argumento de uso frecuente es el que Luvina llama «entimema». Se trata de un argumento en el que no todas las premisas están explícitas, ya sea porque se dan por obvias o porque son consideradas verdaderas de manera general y no merecen ser mencionadas. Y hay que recordar que los argumentos, de alguna manera, son una forma explícita de razonamiento.

Es preferible dar un argumento cuando uno persigue un fin, que sencillamente obtenerlo o imponerlo por la fuerza. Esta es la razón por la que Nube pide ser tratada como ser racional y, al mismo tiempo, señala la irracionalidad de los mayores en su casa por no darle razones cuando desean que deje de ver su programa en la televisión o lleve el periódico.

Un caso que debemos tener en cuenta es el uso de las preguntas retóricas. Las entenderemos como expresiones interrogativas que no tienen la expectativa de una respuesta, pues ellas incluyen la respuesta. En otras palabras, las preguntas retóricas tienen la forma de enunciados realizativos, pero en el fondo son enunciados constatativos, y es por ello que al hacerlas no se espera respuesta. Las emisiones realizativas genuinas en forma interrogativa, a diferencia de las retóricas, siempre esperan una respuesta.

 

Plan de discusión 1. Argumentos, enunciados constatativos y enunciados realizativos.

1. ¿Cuál de los dos casos se puede constatar? a) «Hice la tarea en una hora», b) «¡Haz la tarea!».

2. ¿Cuál de los siguientes casos no se puede constatar? a) «Estudio Lógica», b) «Estudiaré Lógica», c) «¿Qué estudio?».

3. ¿En qué casos al hablar estamos haciendo algo diferente de afirmar o negar? a) «Me gusta la música de guitarra», b) «¿Te gusta la música de guitarra?», c) «Voy a aprender a tocar guitarra».

4. ¿Podemos constatar todo lo que decimos?

5. Si los enunciados realizativos nos sirven para hacer algo diferente de afirmar o negar, ¿podemos dirigirnos a las personas solamente con enunciados realizativos?

6. ¿Qué no podríamos hacer si solamente empleáramos enunciados constatativos?

7. ¿Es posible comunicarse solamente con enunciados realizativos?, ¿qué no se podría hacer o decir solo con ellos?

8. ¿En qué situaciones es necesario comunicarse con argumentos?

9. ¿Cómo sabemos que alguien está o no argumentando?

Plan de discusión 2. Enunciados constatativos y realizativos en las argumentaciones.

1. Una persona que pregunta por una calle o la farmacia más cercana, ¿está argumentado? ¿Por qué?

2. Los letreros que están cerca del kiosco que dicen «No tire basura» y «No estacionarse»,  ¿argumentan? ¿Por qué?

3. Ante las expresiones «¡No grites!» y «¿No ves que me lastimas los oídos?», Luvina insiste en un argumento. ¿Pueden las emisiones anteriores formar parte de un argumento?

4. Nube le dice a Luvina que su pregunta «¿Queremos molestar a la gente?» es en realidad la premisa o enunciado constatativo «No queremos molestar a la gente». ¿Has empleado otras emisiones que parecen realizativas pero contienen emisiones constatativas?

5. ¿Por qué algunas emisiones se expresan de manera realizativa cuando en realidad son constatativas?

6. El título y fin de la narración «¡Daannteeee!», ¿qué tipo de emisión es?

 

Ejercicios

En estos ejercicios trataremos de adentrarnos en las diferencias entre los enunciados realizativos y los constatativos. 

Ejercicio 1.

Identificar enunciados constatativos de un argumento.

Instrucción. Las emisiones siguientes son constatativas (ciertas o falsas), ¿cuáles podrían conformar un argumento en favor de la abolición de la esclavitud?

a) Luvina fue la última en utilizar el libro de álgebra en casa.                   

b) Todos los hombres nacen libres por naturaleza.                                      

c) Mariano estudia el bachillerato tecnológico.                                          

d) Los hombres son iguales y solo los distingue el vicio o la virtud.         

e) En este semestre estudiaré Lógica, Álgebra y Química, entre otras.     

f) Todos los pueblos tienen el derecho a la libre determinación.               

g) Locke sostenía que en el estado de naturaleza los hombres son libres. 

h) No existe, ni biológica ni culturalmente hablando, raza superior.          

1.2. Hay emisiones realizativas que esperan una acción como respuesta, mientras otras esperan información.

Instrucción. Escribir una A dentro del paréntesis para la que requiere acción, y una I para la que requiere información.

a) ¡Cállate, niño!                                                ( )

b) ¿En qué semestre vas?                                 ( )

c) ¿Sabes montar a caballo?                             ( )

d) ¡Urge maestro carpintero!                           ( )

e) ¿Qué deporte practicas?                               ( )

f) Dadme un punto fijo y moveré el mundo. ( )

g) ¿Tienes una calculadora?                              ( )

Ejercicio 2. Identificar emisiones constatativas y formas de constatar.

De acuerdo a lo que señala Luvina, los enunciados constatativos o son falsos o son verdaderos. ¿Y por qué se les llama constatativos? Porque se puede constatar su verdad o falsedad.

Instrucciones.

A) Escribir una V o una F en acuerdo con la verdad de las emisiones.

B) Indicar la forma de constatarlas.

EmisiónV o FForma de constatarla
El Sol gira alrededor de la Tierra.
La Luna rota sobre su eje.
a+a+a+a=a4
¿Gritamos juntas?
Siéntate a mi lado
Gritamos juntas.
Llueve o no llueve
Gritemos juntas.
No debes agregar el catalizador
para que la reacción no haga explosión.

Ejercicio 3. Identificar emisiones constatativas en preguntas retóricas.

Instrucción. Indicar, de las siguientes preguntas, cuáles esperan como respuesta un enunciado realizativo, cuáles un enunciado constatativo y cuáles pueden tener como respuesta ambos.

1. ¿Qué considerarás un argumento, Luvina?

2. ¿A poco me los comprarías como argumentos?

3. ¿Ya hiciste tu tarea?

4. ¿No se te antoja un tamal?

5. ¿Quién puede desear reprobar un examen?

6. ¿Cuántos años tienes?

7. ¿Me ayudas?

8. ¿Qué bachiller no sueña con concluir sus estudios?

9. ¿No me dijiste que estudiara?

Ejercicio 4. Emitir enunciados realizativos.

Instrucción. Proponer en la columna de la derecha un enunciado realizativo que podría emitirse en el contexto que se indica.

Contexto de la emisiónEjemplo de emisión realizativa
El ejército
La escuela
Un partido de básquetbol
La casa
El noviazgo
El matrimonio
Un día de campo
El salón de clases

Instrucción. Dada la emisión que se ha formulado en el ejercicio anterior, señalar si la emisión en ese contexto está plena, mediana o de ninguna manera justificada.

Contexto de emisiónEjemplo de emisión realizativaPlenamente justificadaMedianamente justificadaDe ninguna manera justificada
El ejército
La escuela
Un partido de básquetbol
La casa
El noviazgo
El matrimonio
Un día de campo
El salón de clases

Ejercicio 5. Identificar emisiones en contextos retóricos.

En contextos retóricos, las preguntas (emisiones realizativas) encierran enunciados afirmativos o negativos (emisiones constatativas).

5.1. Emitir enunciados constatativos en contextos retóricos.

Instrucciones.

A) De las siguientes emisiones realizativas, dichas de manera retórica, indicar qué emisiones constatativas sugieren.

B) Describir el contexto retórico (situación) en que se realizó cada emisión.

Emisión realizativa en forma de
pregunta
Emisión constatativa que sugiereContexto retórico (situación)
¿Acaso creen que soy tonta?
¿Acaso me estoy riendo?
¿No dije que vendría?
¿Cuál es el talento de Madona?
¿Vendrás mañana?

5.2. Identificar enunciados constatativos.

Instrucción. Señalar los enunciados que sean constatativos.

a. El número atómico del oro es 79.

b. El hidrógeno es un gas.                 

c. ¡Hágase la luz!  

d. El mercurio es un metal.          

e. a+2a=3a    

f. Sea x un número natural.

g. Realiza el ejercicio de tarea. 

h. El cóndor permanecía inmóvil.

5.3. Emitir enunciados constatativos verdaderos.

Instrucción. Completar los siguientes enunciados constatativos para que sean ciertos.

a. H2O=________

b. La Luna gira alrededor de _____________

c. La Tierra gira alrededor de _____________

d. ________ los mexicanos son americanos.

e. ________ americanos son mexicanos.

Ejercicio 6. Construir un argumento.

6.1. Identificar emisiones constatativas y realizativas en argumentos.

En la narración, Luvina y Nube conversan sobre argumentos y emisiones realizativas y constatativas.

Instrucción. Unir las emisiones en argumentos entimemáticos o completamente explícitos. Si es necesario, agregar otras premisas.

Si deseamos argumentar sobre la necesidad de estudiar lógica en el bachillerato, ¿cuál de los siguientes enunciados no puede ser una premisa para el argumento? 

a) La lógica se encarga del estudio de los argumentos.

b) Argumentar es una manera explícita de razonar.

c) El ser humano no solo es razón, también es un cúmulo de pasiones.

d) Un bachiller debe ser un ser racional.

e) Los seres humanos preferimos recibir argumentos en lugar de órdenes. 

6.2. Proponer la premisa faltante de un entimema.

El siguiente argumento no presenta explícitamente una premisa, es lo que se conoce como entimema.

Instrucción. Escribir la premisa implícita de los siguientes entimemas.

a) Algunos mexicanos son sabios porque algunos mexicanos son maestros.

R: _________________________________________________

b) El siguiente argumento es clásico en la historia de la lógica, escribir la premisa que falta.

Todos los hombres son mortales

__________________________

Por lo tanto, Sócrates es mortal.

6.3. Identificar conclusión de un argumento.

Instrucción. Elegir cuál de las cuatro opciones subsiguientes es la conclusión del argumento.

Ningún bachiller es universitario.

Todos los adolescentes de la comunidad son bachilleres.

Por lo tanto…

a) Todo bachiller es adolescente.

b) Algunos universitarios son adolescentes.

c) Ningún adolescente es universitario.

d) Ningún universitario es de la comunidad.

6.4. Identificar conclusión de un argumento.

Instrucción. Elegir cuál de las cuatro opciones subsiguientes es la conclusión del argumento.

Ningún bachiller es universitario.

Todos los adolescentes de la comunidad son bachilleres.

Por lo tanto…

a. Todo bachiller es adolescente.

b. Algunos universitarios son adolescentes.

c. Ningún adolescente es universitario.

d. Ningún universitario es de la comunidad.

6.5. Obtener premisa faltante en entimema.

Instrucción. Elegir cuál es la premisa que falta en el siguiente entimema.

Si a+2x=7a … entonces x=12.

a. 4x

b. 2x+1

c. a=4

d. x+a

6.6. Obtener conclusión en entimema.

Los entimemas también pueden darnos las premisas y dejarnos la tarea de obtener la conclusión.

Instrucción. Responder cuál es la conclusión en este argumento.

Quien escribió El llano en llamas fue sin duda un gran escritor y Juan Rulfo escribió El llano en llamas.

6.7. Identificar emisiones constatativas en emisiones realizativas.

Además de que el entimema deje implícita una premisa o la conclusión, es común que las premisas sean expresadas de manera retórica mediante expresiones realizativas como preguntas.

Instrucciones.

A) Indicar la premisa detrás de la expresión realizativa en el siguiente argumento.

B) Indicar la conclusión implícita en el mismo argumento

¿Qué es mejor? ¿Ser gobernado por un hombre bueno o por buenas leyes? Lo mejor es lo que no está sujeto a las pasiones. Las leyes no están sujetas a pasiones. Las pasiones son inherentes al ser humano. 

Aristóteles (Política, III).

Ejercicio 7.

En este ejercicio se distingue el argumento de otro tipo de emisiones. En particular, se tiene presente cuando una serie de enunciados constatativos no guarda ninguna relación de soporte con el enunciado que se considera la conclusión.

7.1. Identificar argumentos.

Instrucción. De los siguientes tres conjuntos de enunciados, distinguir los que conformen un argumento.

a. Trataba yo de mostrar a los griegos que no siempre eran los más sabios y a los judíos que de ninguna manera eran los más puros.

b. O bien uno no se come su torta o bien uno no la guarda. Si uno se come su torta uno no la guarda. Si uno guarda su torta, uno no se la come.

c. Química f. Ciencia que estudia la estructura, propiedades y transformaciones de la materia a partir de su composición atómica.

7.2. Identificar argumento.

Instrucciones. Con base en el texto subsiguiente, responder lo que se pregunta.

A) ¿Hay un argumento?

B) Si hay argumento, ¿cuáles son las premisas?

C) Si hay argumento, ¿cuál es la conclusión?

D) ¿Hay algún enunciado constatativo? ¿Cuál es?

Instrucciones para encender un televisor.

Para empezar, debemos encontrar la televisión que queremos encender. Nos dirigiremos hacia ella con decisión y con pasos firmes; una vez nos situemos delante de ella, buscaremos un botón con un dibujo extraño; es un círculo, el cual es atravesado por una raya en vertical, la cual termina en la mitad del círculo antes mencionado. Una vez hallado, lo pulsaremos con fuerza; en caso de no encontrar el misterioso dibujo, pulsaremos todos los botones hasta que el televisor se encienda.

 

Sugerencias de lectura para el profesor.

Eemeren, van E., Grootendorst, R. & Snoeck, F. (2006) Argumentación. Buenos Aires: Biblos.

Plantin, Ch. (2012) La argumentación. Buenos Aires: Biblos.

Quine, W.V (1981) Los m??todos de la lógica. España: Ariel, Colección Convivium.

Vega Reñón, L. y Olmos Gómez, P. (eds.). (2011) Compendio de lógica, argumentación y retórica. Madrid: Trota.

Sugerencias de lectura para los estudiantes.

Almossawi, Ali (2014), Un libro ilustrado de malos argumentos. USA: Fulano de tal.

Doxiades, A. K., Papadimitriou, C. H., Papadatos, A., & Di, D. A. (2011). Logicomix. Una búsqueda épica de la verdad. Barcelona: Editorial Sin Sentido.

Quine, W.V. O. (1983), Lógica elemental. México: Editorial Grijalbo.

Weston, Anthony (2006), Las claves de la argumentación. Barcelona: Editorial Ariel. 

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