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Hablando se entiende la gente

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Aprendizaje 10. Presentar la información para favorecer el logro de acuerdos razonables en una conversación

Versión 060915

Hablando se entiende la gente

Nancy Abigail Núñez Hernández

Poco antes de que terminara la clase, Ana salió corriendo con dirección al baño. La profesora no mostró molestia ni intención de preguntarle a dónde iba porque al inicio de la clase Ana le mostró una receta médica para justificar su ausencia del día anterior, así que la profesora asumió que Ana se sintió mal. Y en efecto, Ana llevaba un par de días sintiéndose mal, pero no tanto físicamente; su malestar era más bien emocional. Había dos cosas muy importantes en su vida que parecían estar saliendo muy mal: tenía problemas en casa y con su novio.

Al terminar la clase, todos salieron al descanso y María, la mejor amiga de Ana, fue a buscarla y la encontró con los ojos llorosos en el baño.

—¿Qué tienes? —preguntó María a Ana.

—Nada… —respondió Ana.

—¿Cómo que nada? Te saliste del salón corriendo, sin pedir permiso y se nota que estuviste llorando. ¿Todavía no arreglas las cosas con Miguel? —inquirió María.

—No, todavía no. Y lo extraño mucho. Además, mi papá dijo que no me dará permiso de ir a lo de la mariposa monarca y eso me enfada mucho porque me prometió que si salía bien en la escuela, me iba a dar lo que quisiera de cumpleaños y no está cumpliendo su promesa… ¡Nadie me cumple sus promesas y nada me sale bien! —exclamó Ana con mucho pesar.

—Soy tu amiga, entiendo que te sientas mal. Y como tu amiga te digo que no es para que te pongas así. Estás faltando a clases, no entregas las tareas y ya ni nos haces caso a los que hemos sido tus amigos de siempre. Yo creo que estás tirando todo a la basura y no es para tanto —dijo María con la intención de consolar a su amiga y hacerle ver sus errores antes de que fuese tarde.

—¿Crees que estoy exagerando? ¡Lo que pasa es que tú tampoco me entiendes! Yo creí que eras mi amiga —gritó Ana con tono de reproche.

—No, claro que no. Sí, soy tu amiga. Te dije claramente que entiendo cómo te sientes. Lo que quise decir es que creo que todo tiene solución, menos la muerte; al menos eso dice mi abuelita, y siempre tiene razón. Yo sé que ahora te sientes abrumada por tus problemas, pero quizá deberías dejar de preocuparte e intentar hacer algo para arreglar las cosas, eso dice mi abuelita: «En lugar de preocuparte, ocúpate». Eso siempre me lo dice. Por ejemplo, ¿has intentado hablar con Miguel o con tu papá? —preguntó María.

—No —sollozó Ana.

—¿Ves? No debes darte por vencida tan fácilmente. Al menos no con lo de las mariposas, eso es el premio de los que ganamos el concurso de ecología, nos lo merecemos. Y si de verdad quieres a Miguel, tampoco debes darte por vencida con eso… ¿Por qué no intentas hablar con él? —preguntó María.

—Creo que tienes razón… iré a buscarlo… creo que es mejor que estar aquí lloriqueando en el baño… Gracias, María —contestó Ana.

Ana salió del baño muy angustiada, pero decidida a hablar con Miguel y con su papá en la noche, cuando él llegara de trabajar. La motivó mucho la idea de ocuparse en lugar de preocuparse y no quería que esto la afectara más, porque se había esforzado mucho todo el semestre para salir bien en la escuela.

Por otro lado, en casa su molestia era a causa de que su padre le había negado el permiso para participar en una práctica de campo, que consistía en ir al Santuario de la mariposa monarca en Michoacán y aprender sobre la conservación de los ecosistemas. La escuela pagaría el camión y todos los gastos del viaje, porque era un premio que ganaron los mejores proyectos en el concurso de reciclaje y cuidado al medio ambiente que organizaba la escuela cada año. Su papá le había prometido que, si salía bien en la escuela, le daría permiso para ir a la práctica de campo, pero ahora que tenía que firmar el permiso no quería hacerlo.

Además, Ana había peleado con su novio porque alguien le dijo que lo vio muy romántico con otra chica el fin de semana. El lunes siguiente en la escuela, ella le gritó que era un infiel y desde entonces no habían hablado.

Pero ahora, después de platicar el tema con María, estaba preparada para enfrentar sus problemas. Lo primero en la lista era arreglarse con Miguel. Cuando ella le dijo que tenían que hablar, él de inmediato respondió:

—¿Por qué me gritaste delante de todos mis amigos? Me sentí humillado y estoy muy ofendido —dijo él muy molesto.

Ana, visiblemente indignada, respondió:

—¡No habría tenido que decirte que eres un infiel si no lo fueras!

Miguel replicó:

—¿Ves? Otra vez me estás gritando. ¿Por qué me acusas?

—¡Porque te vi hacerlo! ¿Has besado a alguien más en días recientes? —preguntó Ana.

—Bueno, depende de qué entiendas por besar… quizá sí, pero depende… Recientemente me corté el cabello y… ¡ah!… besar es como cortarse el cabello, nunca sabes bien si quedó corto o largo… —respondió Miguel muy nervioso.

—¿Ves? Sí me fuiste infiel —insistió Ana y se dio la media vuelta mientras Miguel le decía:

—No es cierto, no te fui infiel.

Sonó la campana y ambos tuvieron que irse. No llegaron a ningún acuerdo. María había permanecido cerca de ellos, escuchándolos sin que la vieran. Se quedó pensando que Ana y Miguel no arreglarían algo con esa actitud, porque ni siquiera habían intentado aclarar las cosas, solo llegaron a gritar y reclamar. Esta forma de actuar le recordó a sus padres, quienes peleaban constantemente sin lograr acuerdos, únicamente gritaban, reclamaban e incluso llegaban a ofenderse. María había querido que sus padres tuvieran una relación afable, y pensaba que lo lograrían si en lugar de discutir hablaran sobre lo que les molestaba e intentaran llegar a un acuerdo.

Más tarde, en casa, Ana volvió a pedir permiso a su papá para ir a la práctica de campo:

—¿Recuerdas lo del Santuario de la mariposa monarca? Tú me prometiste que me dejarías ir si salía bien y tienes que cumplir tu promesa.

—Yo no prometí nada. Tú no hablaste sobre salidas, solo me dijiste de una práctica de no sé qué, como de laboratorio o algo así, había entendido yo.

—¡Mentira, sí lo prometiste! ¡Tú nunca cumples nada! ¡Acuérdate cuando le dijiste a mi mamá que ibas a comprar una lavadora nueva, y luego no la compraste porque te descontaron la mitad del aguinaldo!

—Pues, no puedes ir porque, como dice el dicho, «Tanto va el cántaro al río que se rompe».

—¿Qué cosa? Olvídalo, contigo no se puede hablar de nada… ¡ni siquiera estás dispuesto a escuchar lo que tengo que decir! —gritó Ana y se fue a su cuarto.

La madre de Ana había presenciado la discusión. Muy preocupada, le dijo a su esposo:

—Ustedes dos cada día se llevan peor. ¿Por qué no intentan hablar sin enojarse o faltarse al respeto? Ella ni siquiera te ha explicado bien de qué se trata la práctica de campo y tú no la has dejado explicarte. Una familia no puede funcionar bien sin comunicación, confianza y respeto, y ustedes están perdiendo todo eso. Yo no quiero que nos pase como a los vecinos: su hija se escapó con el novio porque no quería estar en su casa, con su familia. Y ellos ni siquiera sabían que tenía novio y menos quién era. Y el papá fue el primero en darse cuenta de que podrían haberlo evitado si hubiesen hablado con su hija o, por lo menos, habrían sabido con quién se fue y dónde buscarla.

El papá de Ana se quedó pensando mucho en lo que dijo su esposa. Quizá ella tenía razón y tanto él como su hija estaban cometiendo un error al no estar dispuestos a hablar para arreglar sus diferencias. Empezó a generar la esperanza de que hablando tranquila y respetuosamente con su hija, podrían convencerla de no ir a la práctica de campo.

Guía para facilitar el diálogo y la reflexión a partir del texto Hablando se entiende la gente.

 

El texto Hablando se entiende la gente muestra que no se puede llegar a un acuerdo cuando no hay respeto, voluntad de dialogar, de escuchar al otro, de entender los puntos de vista, de compartir ideas, de expresar lo que pensamos claramente para que el otro nos entienda. Es decir, no es posible tener una conversación para intercambiar ideas o entablar un diálogo para llegar a acuerdos si las partes involucradas no están dispuestas a cooperar. Para que un diálogo o cualquier conversación sean fructíferos y las partes involucradas logren comunicarse, es necesario que estén dispuestas a cooperar. Dicha disposición involucra por un lado, escuchar respetuosamente al otro (o a los otros) y hacer el esfuerzo de entender su punto de vista. Por otro lado, requiere expresar clara y respetuosamente nuestras ideas, de manera tal que contribuyan con los objetivos de la conversación. Es importante recordar que tales propósitos van desde la búsqueda de acuerdos, que es propio de la argumentación, hasta el simple intercambio de ideas (o sentimientos y emociones) motivado por el puro placer de conversar.

Además de la disposición a cooperar, hay otras condiciones que son necesarias para que en una conversación se logre una buena comunicación entre las partes involucradas y sea posible lograr acuerdos. Cada uno de los participantes debe procurar decir solo aquello que es importante o relevante para el tema en cuestión. Cuando esto no se hace, se corre el peligro de desviarse del tema y eso dificulta que los involucrados lleguen a un acuerdo. Tampoco es posible lograr acuerdos si los dialogantes no proporcionan la información suficiente para que se entiendan sus ideas o si no la hacen de manera clara y precisa.

Cuando se busca lograr acuerdos razonables a través de una conversación, los participantes deben estar dispuestos a seguir al menos las siguientes reglas del diálogo argumentativo: regla de cooperación, regla de relevancia y regla de información.

A continuación se ofrecen algunas líneas de reflexión sobre la importancia de seguir las reglas del diálogo argumentativo para favorecer el logro de acuerdos razonables a través de la conversación: regla de cooperación, regla de relevancia y regla de información.

Plan de discusión 1. Reglas del diálogo argumentativo.

  1. ¿Siempre que entablamos una conversación lo hacemos con algún objetivo?
  2. ¿Con qué objetivos inicias una conversación?
  3. ¿Es lo mismo conversar que dialogar?
  4. ¿Con qué objetivos inicias un diálogo?
  5. ¿Qué podría impedir que no se cumplan esos objetivos?
  6. Si quieres convencer a una persona, ¿lo logras si no cumples la regla de cooperación?
  7. Quieres llegar a un acuerdo con tus compañeros pero no cumples la regla de relevancia, ¿lo logras?
  8. ¿En qué tipo de diálogo es necesario respetar la regla de relevancia?
  9. El profesor de lógica quiere que sus estudiantes hagan de tarea un ejercicio que ellos no quieren hacer, ¿podrá convencerlos si no cumple la regla de información?
  10. ¿Por qué son importantes las reglas para el logro de los propósitos argumentativos?

 

Ejercicio 1. Identificar el sentido de discusión.

A veces confundimos «discutir» con «pelear usando palabras». Pero discutir es también dialogar argumentativamente.

Instrucciones.

A) Completar las siguientes oraciones con la palabra que describe mejor la interacción entre los personajes. Considerar en qué sentido se entiende «discutir».

B) Plantear una situación hipotética en la que se da la interacción.

C) Justificar la respuesta indicando qué regla del diálogo argumentativo interviene. 

1. Ana y María tuvieron una (conversación/discusión) cuando ambas ___________. Es una (conversación/discusión) porque (sigue/no sigue) la regla de ________.

2. Ana y su padre tuvieron una (conversación/discusión) cuando él __________. Es una (conversación/discusión) porque él o ella (sigue/no sigue) la regla de ________.

3. Ana y Miguel tuvieron una (conversación/discusión) cuando ella __________. Es una (conversación/discusión) porque (sigue/no sigue) la regla de ________.

4. Los padres de María tuvieron una (conversación/discusión) sobre su hija cuando _______. Es una (conversación/discusión) porque (sigue/no sigue) la regla de ________.

5. Si me enojo con mi compañero, generalmente tengo una (conversación/discusión) con él cuando yo _______. Es una (conversación/discusión) porque (sigue/no sigue) la regla de ________.

Ejercicio 2. Identificar las reglas conversacionales.

A veces un participante no sigue las reglas del diálogo argumentativo y eso impide el logro de los propósitos.

Instrucción. Indicar qué reglas siguen (o no) los participantes en las interacciones que se muestran en la narración.

 ¿Cuándo siguen/No siguen la regla
de cooperación?
¿Cuándo siguen/No siguen la regla
de relevancia?
¿Cuándo siguen/No siguen la regla
de información?
Ana y María
Ana y Miguel
Ana y su padre
Los padres de Ana

***

Ejercicio 3. Usar las reglas del diálogo argumentativo.

Instrucciones.

A) Proponer tres finales diferentes a partir del penúltimo párrafo de la narración (donde dice «dónde buscarla»).

B) Tomar en cuenta que en cada uno de ellos se respete una de las reglas del diálogo argumentativo.

Ejercicio 4. Identificar máximas y reglas conversacionales.

Supongamos que continúa la historia de Ana…

Al día siguiente, María se acercó a Ana y le dijo:
—Oye, no quiero ser entrometida, pero no pude evitar escuchar lo que le dijiste ayer a Miguel y vi que no llegaron a nada. Si me permites darte un consejo, creo que no hablaron como es debido.
—¿A qué te refieres? —preguntó Ana.
—Bueno, uno de los días que no viniste estudiamos cosas relacionadas con el diálogo y me parece que si las hubieran aplicado ayer, entonces tú y Miguel se habrían entendido.
María le habló sobre las reglas de diálogo argumentativo, y sobre las máximas y categorías que se deben respetar en una conversación.
—Vimos también que hay máximas y categorías. Cuando hablas con alguien tienes que seguirlas porque si no, no te entiendes con el otro y no llegan a ningún acuerdo. Y la máxima de cantidad es cuando contribuyes a la conversación dando solo la información que se requiere, es decir, solo la necesaria, ni menos ni más.
La otra máxima que estudiamos fue la de cualidad, según la cual no debes decir cosas que crees que son falsas ni afirmar cosas para las que no tienes ninguna evidencia. Yo creo que tú violaste esta máxima cuando le dijiste a Miguel que lo viste besando a otra, porque tú me dijiste que solo viste que estaban muy cerca, pero que no pudiste ver claramente que se besaran ni nada por el estilo.
—Bueno, eso es cierto, pero se lo dije para ver si confesaba —dijo Ana, un poco apenada, a lo que María contestó:
—Pero ni confesó ni se arreglaron, así que no debiste hacerlo si de verdad querías hablar y arreglar las cosas con él. ¿Con qué cara le exiges que sea sincero si tú tampoco le dices la verdad? Y no solo es eso, también creo que en la conversación que tuvieron no respetaron la categoría de relación ni la categoría de modo. De acuerdo con la primera, los que participan en una conversación deben decir solo lo que es relevante en ella, o sea, que no deben salirse del tema. Y según la categoría de modo, deben expresarse clara y ordenadamente, no deben decir cosas ambiguas ni obscuras que las otras personas no puedan entender.
—Creo que tienes razón, estaba a punto de criticarte por venir a darme el sermón de lo que viste en clase, pero creo que sí me va a servir mucho si pretendo hablar de nuevo con Miguel, ¡ah!, o con mi papá —expresó Ana muy agradecida.
—Y ya por último, creo que si pretendes aclarar algo con Miguel, deben definir qué son, es decir, si son novios, amigos con derechos o qué cosa. No basta que lo describa, como el otro día que le preguntaste «Tú y yo, ¿qué somos?» y él te respondió «Somos dos personas que se quieren». Tienen que definir bien qué son para que así puedan estar de acuerdo qué cosas son admisibles y qué cosas no lo son.
Cuando María terminó de decir esto, Ana le agradeció y fue a buscar a Miguel.

Instrucción.

Con base en el texto anterior, dar respuesta a las siguientes preguntas. ¿Los personajes de la historia original respetaron todas las máximas y categorías conversacionales en sus interacciones? ¿En qué momento no y cuándo sí?

 Máxima de cualidadMáxima de cantidadCategoría de relaciónCategoría de modo
Ana y Miguel
Ana y su padre
Ana y María
Los padres de Ana

* * *

Supongamos que continúa la historia de Ana…

—Vine a buscarte otra vez porque ayer no te expliqué bien las cosas. Me enojé contigo y te dije «infiel» porque te vi abrazando a otra persona el fin de semana pasado —le dijo Ana a Miguel, más serena que la última vez que hablaron.
—Sí, estaba con otra chica —respondió Miguel.
—¡Entonces sí me fuiste infiel! —dijo Ana con tristeza.
—No, porque nunca dijimos que seríamos novios, solamente estábamos saliendo sin compromisos, al menos eso había entendido yo. Y dado que sólo eres infiel o engañas a alguien con quien tienes una relación de noviazgo que implica fidelidad, yo por eso no creí que te estuviera siendo infiel —explicó Miguel.
Entonces Ana dijo:
—Quizá tienes razón en eso. Sí es cierto que no quedamos en nada, pero yo imaginé que sí éramos novios en serio, por eso me enojé. Si no vamos a ser novios en serio con la fidelidad, la confianza, el respeto y el compromiso que eso implica, prefiero que seamos solo amigos, en el sentido tradicional del término: sin besarnos, ni salir juntos, ni nada por el estilo.
—Creo que es lo mejor por ahora. Estoy de acuerdo contigo. Lamento si te hice pensar otra cosa —expresó Miguel.
Al ver que pudo llegar a un acuerdo con base en lo que reflexionó con María, Ana decidió hablar de nuevo con su padre y aplicar todo lo que aprendió.
—Papá, ¿podemos hablar? —preguntó Ana a su padre.
—¿Es sobre lo de las mariposas? Es que no sé para qué vas y se me hace peligroso. Además, yo creo que una señorita de tu edad no tiene que andar saliendo de la ciudad sola con sus amigos y debe llegar a dormir a su casa todos los días. Al principio yo dije que sí, pero porque no sabía que era una salida; creí que era algo en la escuela —contestó el padre de Ana.
—Déjame explicarte. Es una práctica de campo. Una práctica de campo es una salida que se hace con el objetivo de aplicar los conocimientos que adquirimos en clase y estudiar los fenómenos tal y como se dan en la naturaleza. Esa es la definición de práctica de campo. Ahora te voy a describir de qué se trata: es parte de nuestra formación y vamos con profesores que todo el tiempo estarán al pendiente de nosotros, van a supervisar que cumplamos con las tareas asignadas. Iremos en el camión de la escuela. Llegaremos a las diez a.m. y regresamos a las cinco o seis pm. Todo lo paga la escuela. ¿Qué opinas? ¿Puedo ir? —preguntó Ana.
—Así ya cambian las cosas. Si te regresas temprano y vas con profesores de la escuela, entonces sí puedes ir —contestó aliviado el papá de Ana.

Plan de discusión 2. Diferencia entre descripción y definición.

1. Si digo que don Julio tiene las cejas pobladas, ¿lo estoy describiendo o definiendo?

2. Si me dicen que don Julio es el único hermano de José, ¿lo están describiendo o definiendo?

3. ¿Qué es más fácil: definir «silla» o describir la silla en que estoy sentado?

4. En un diálogo argumentativo, ¿qué es imprescindible hacer cuando hay confusión en un término: describirlo o definirlo?

5. ¿En cualquier conversación es imprescindible definir o describir un término?

6. ¿Cuándo es conveniente definir un término: al principio o al final del diálogo argumentativo? 

7. ¿Es posible prescindir de las definiciones? ¿Por qué?

8. ¿Cuál es la importancia de distinguir entre definir o caracterizar y describir? ¿Es necesario hacer esta distinción?

Ejercicio 6. Definir y describir.

Instrucciones.

A) Describir una silla, una mesa, un robo y el cuadro de los girasoles del pintor Van Gogh.

B) Indicar, de esas descripciones, cuál resultó más difícil de hacer y cuál menos.

C) Ordenarlas de la más difícil a la más fácil. 

D) Ahora, definir una silla, una mesa, un robo y el cuadro de los girasoles de Van Gogh.

E) Indicar si se pudo definir todos o si hubo alguno que pareció imposible de definir.

F) Explicar por qué es menos o más complejo definir o describir.

Ejercicio 7. Definir y describir.

Instrucción. Indicar en cada caso si se trata de una descripción o una definición.

1. Esta silla es muy incómoda y vieja, tiene un agujero y una de las patas es más corta que las otras.

2. Si sirve para sentarse, tiene respaldo y cuatro patas, entonces es una silla.

3. Esto no es una mesa. Una mesa es un mueble con superficie plana sostenida por varias patas, donde la gente puede comer, escribir y demás… ¡Esto es una caja! No podemos comer sobre ella.

4. La mesa de mis abuelos es rectangular y muy larga para que todos los nietos podamos sentarnos a comer con ellos.

5. El robo es el producto de tomar con violencia lo ajeno y es un delito.

6. Ayer llegó un tipo a uno de los negocios de la localidad y le quitó todo su dinero al dueño, pero afortunadamente no hubo balas ni heridos.

7. En el cuadro de Los girasoles de Van Gogh aparece un jarrón lleno de girasoles amarillos muy bonitos. Las pinceladas del cuadro son gruesas y fuertes. Los colores, muy brillantes. 

8. El cuadro Los girasoles de Van Gogh es una obra de arte del impresionismo.

Ejercicio 8. Definir en una argumentación.

La primera vez que hablaron, Ana y Miguel no llegaron a ningún acuerdo. ¿Tuvo algo que ver con que no habían definido cuál era el estatus de su relación?¿Definir sirvió de algo la segunda vez que hablaron?

Instrucciones.

A) Hacer una lista de las posibles definiciones que pueden ser útiles para lograr acuerdos razonables en un diálogo como el de Ana y Miguel.

B) Empezar definiendo los tipos de relaciones que aparecen a continuación.

Amistad 
Noviazgo
Amistad con derechos
Matrimonio

Ejercicio 9. Definir en una argumentación.

Ana y su papá tampoco se entendieron bien la primera vez que hablaron. ¿Tuvo algo que ver con que su papá no sabía claramente para qué le pedía permiso su hija? ¿Usar definiciones sirvió de algo la segunda vez que hablaron?

Instrucciones.

A) Hacer una lista con tres razones por las cuales las definiciones ayudarían en los diálogos entre Ana y su padre.

B) Enlistar tres razones por las cuales no usar definiciones pudo haber entorpecido el diálogo entre ellos.

¿Cómo pueden ayudar las definiciones en el diálogo entre Ana y su padre?¿Por qué prescindir de las definiciones pudo haber entorpecido el diálogo entre Ana y su padre?
11
22
33

Ejercicio 10. Definir en una argumentación.

En nuestro país hay una polémica en torno al aborto y la definición de vida que aparece en la Constitución.

Instrucciones.

A) Investigar cuál es esa definición.

B) Discutir cuál ha sido su importancia en el debate en torno al aborto.

C) Hacer una lista con diferentes definiciones y descripciones de «vida».

D) Indicar las consecuencias que cada una tendría para ese debate.

¿Se lograría un acuerdo cambiando la definición?

¿Se podría lograr un acuerdo si se hacen a un lado todas las definiciones de vida y se considera solo una descripción? ¿Cuál sería esa descripción?

Sugerencias de lectura para los profesores

La idea de las máximas conversacionales proviene del filósofo inglés Paul Grice (1913-1988), pero desafortunadamente no se ha traducido toda su obra al español. Sin embargo, el artículo de Miranda y Guzmán –abajo está link para descargarlo- explica en líneas generales la teoría y muestra ejemplos de su aplicación.

Miranda Ubilla, H. y Guzmán Munita, M. (2012), “Análisis pragmático de las máximas griceanas en textos orales y escritos.” Literatura y lingüística, 26: 229-246

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-58112012000200014&script=sci_arttext

Si lo desean, también pueden consultar en inglés la obra de Grice:

-Gice, H. Paul (1975): «Logic and Conversation», en Peter COLE y Jerry L. MORGAN (eds.) (1975): Syntax and Semantics. 3: Speech Acts. Nueva York: Academic Press, pp. 41-58.

_______ (1978): «Further Notes on Logic and Conversation», en Peter COLE (ed.) (1978): Syntax and Semantics. 9: Pragmatics. Nueva York, Academic Press, pp. 113-128.

_______ (1981): «Presupposition and Conversational Implicature», en Peter COLE (ed.) (1981): Radical Pragmatics. Nueva York: Academic Press, pp. 183-198.

Sugerencias de lectura para los estudiantes.

Pueden empezar por la entrada en Wikipedia sobre Grice. Esta entrada les permitirá comprender las principales motivaciones teóricas de las máximas conversacionales que estudiaron en este aprendizaje y los introducirá a las ideas más importantes en torno a este tema propuestas por Grice.

https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Grice

También pueden consultar en el blog Arepragma la entrada sobre Principio de cooperación y máximas conversacionales, en donde encontrarán explicaciones de muchas de las ideas estudiadas en este aprendizaje y ejemplos que las ilustran para su mejor comprensión.

https://areapragma.wordpress.com/2012/04/23/principios-de-cooperacion-y-sus-maximas/

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  • A10-Hablando-se-entiende-la-gente.pdf

Etiquetas: Acuerdo, Diálogo, Información

Discusión (1)

  1. Imagen de perfil de Martin Martin dice:
    16 Noviembre, 2016 a las 4:58 pm

    Saludos , gracias por compartir….

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