Área de interés 5. Relación del hombre con la sociedad.
Versión 171215
Pedro se va de mojado a los Estados Unidos
José Ezcurdia
Pedro, el hijo de don Abelardo y doña Rosa, había terminado el bachillerato y tenía que decidir entre ayudar a su papá en el negocio de los sarapes o ir a buscar suerte en los Estados Unidos para ganar un dinero y, al regreso, ampliar el negocio de la familia. La producción de sarapes había sido la forma de vida de los Martínez desde hacía dos generaciones. Pedro no dejaría de cultivar esa preciosa herencia que su padre le ofrecía. Además, don Abelardo ya era mayor y necesitaba de su apoyo.
—¿Qué será lo mejor, papá? —Pedro le preguntó a don Abelardo, una mañana de domingo, al terminar el almuerzo—. ¿Ayudarte en el taller o irme de mojado al otro lado? El negocio necesita una ayudadita… y si me traigo unos dólares de Estados Unidos, podríamos ampliar el taller y abrir una tienda en Zacatecas.
Doña Rosa guardó silencio. Sabía que su hijo ya era un adulto. Él tenía que hacerse cargo de su propio destino. Don Juan, un compadre de Abelardo que había regresado de los Estados Unidos después de diez años como ilegal, en ese momento almorzaba con ellos. Se mostró sumamente atento a la pregunta de Pedro.
La sola mención de que Pedro se fuera a Zacatecas oprimió el corazón a don Abelardo. Sabía que efectivamente el negocio necesitaba más capital, no tanto para crecer, sino para no irse a pique. La competencia era cada vez más feroz y había que producir más sarapes para bajar los costos. Pero los riesgos de irse de ilegal a Estados Unidos eran enormes y don Abelardo amaba profundamente a su hijo. Pedro había terminado el bachillerato, merecía ir a la universidad, estudiar Derecho o alguna ingeniería. Además, estaba comprometido y se casaría el año entrante.
Un silencio teñido de incertidumbre se apoderó de la conversación. En el fondo, Pedro quería probar suerte, vencer el reto que tenía ante sí y, llegado el momento, tomar las riendas del negocio familiar.
—¿Por qué diablos no es posible hacer negocios en México? —se preguntó don Abelardo en voz alta—. Si alguien quiere emprender algo en su propio país, ¿por qué tiene que irse de mojado al otro lado para obtener recursos? —agregó con amargura.
—En el estado de Zacatecas no hay dinero —respondió Pedro con voz clara—. La tierra productiva está en pocas manos. El resto es puro desierto. Las minas las tienen los extranjeros. Uno trabaja como bestia y pagan poco —añadió frunciendo el ceño.
—Me gustaría que fueras a la universidad, m’hijo, pero no la puedo pagar —le dijo don Abelardo bajando la voz—. Ni siquiera puedo pagarte la estancia en Zacatecas para que vayas a la universidad pública. Déjate tú a una privada —comentó acomodándose el cabello—. ¿Qué vas a hacer con Lupita? No te puedes ir si no te has casado con ella. Y no le va a gustar la noticia de que te vas al otro lado si están recién casados.
Pedro veía el rostro triste de su padre.
—Papá, no te pongas así. Ya terminé el bachillerato, ¡ahora lo importante es ponerse a trabajar! —le dijo con entusiasmo—. Lupita entenderá que tengo que ganar dinero. Es por el bien de la familia.
—Si hay que ampliar el taller y abrir una tienda en Zacatecas, lo mejor es que traigas dinero de Estados Unidos —concluyó doña Rosa con determinación—. Si no, de todas maneras, tarde o temprano tendrás que emigrar y a lo mejor después ya es demasiado tarde para levantar el negocio. Arnulfo, el sobrino de mi comadre Lencha, ya está allá, y parece que tiene un trabajo estable; manda dinero cada mes.
Don Abelardo, doña Rosa y Pedro se miraron entre sí, con la certeza de que estaban tratando un tema de gran importancia para la familia. Ellos, Margarita y Luisa, las hermanas de Pedro, y uno de sus primos, Antonio, trabajaban en el taller donde hacían los sarapes. Muchas personas dependían de la empresa familiar. El futuro mismo de Pedro y su matrimonio con Lupita requerían que el negocio se mantuviera a flote.
Don Juan, el compadre de don Abelardo, intervino:
—Yo estuve del otro lado por más de diez años, y te puedo asegurar que cruzar la línea y vivir allá de ilegal no es nada fácil.
La familia Martínez escuchaba con atención las palabras de don Juan.
—Supe de muchos que, al querer cruzar la frontera, murieron en el intento. El desierto no perdona un error. Los coyotes son traicioneros. La patrulla fronteriza es cruel y muchas veces mata a los inmigrantes como si fueran conejos. Otras veces los detienen, los encarcelan unos días, y simplemente los regresan a México, sin dinero ni recursos para volver a sus hogares. No hay reconocimiento alguno de los derechos humanos.
Pedro veía a don Juan, mientras sus padres bajaban la mirada. El muchacho le preguntó:
—¿Los mexicanos que ya están establecidos en Estados Unidos me pueden ayudar?
—Algunos, si son tus familiares o amigos, pueden ayudarte —respondió don Juan—. Hay asociaciones que luchan por la defensa de los Derechos Humanos y ayudan a los inmigrantes, pero tienen poco poder y las leyes están en su contra. Claro que siempre hay connacionales de alma buena que te pueden ayudar, pero en realidad quizá los paisanos que ya están del otro lado son el mayor peligro. No conocen la solidaridad ni la compasión. Si ya tienen papeles, a veces te delatan a la Migra porque a los indocumentados se les paga menos y entonces son competencia.
—¡Pero los mexicanos tendríamos que apoyarnos! Yo pensé que los gringos eran racistas y que los mexicanos nos apoyábamos entre nosotros.
—Mira, Pedro, la cosa está así —explicó don Juan—. Aunque hay muchos gringos buenos, el gringo de por sí es racista, y allá también empieza a escasear el trabajo. A veces de plano ves algún gringo trabajando de barrendero, en el campo o la construcción. Africanos, chinos, árabes, colombianos, guatemaltecos, hasta algunos güeros, todos andan luchando por un trabajo, y el gringo paga lo que quiere y desprecia a todos por igual.
Pedro miró fijamente a don Juan, y tras unos instantes que le parecieron una eternidad, dijo con firmeza:
—No tengo opción; debo sacar adelante al negocio y a la familia.
—Pedro —intervino con voz afligida don Abelardo—, podemos probar suerte con el negocio este año, a lo mejor nos va bien y ya ni hace falta que te vayas de mojado. Quizá podamos encontrar la manera de que vayas a la universidad a Zacatecas.
—Papá, el hijo mayor de los Fernández, Carlos, terminó la carrera de ingeniero, y llevaba tres años buscando trabajo. Prefirió irse de mojado para piscar uva en California. Allá encontró jale seguro. Lo contratan cada año. El gobierno le tramitó los papeles. ¡Hasta le pagan el boleto de avión!
—Los Fernández tienen dinero —dijo doña Rosa—, tienen un rancho grande. Pudieron pagar la educación de Carlos y conocen a la familia del presidente municipal. Nosotros somos de otra clase social —aunque las lágrimas se asomaban en sus ojos, afirmó su postura con renovada decisión:
—M’hijo, yo sé que va a ser difícil, pero estoy segura que lo vas a lograr. Tu papá ya no tiene fuerzas. En unos años ya no va a poder manejar el negocio. Y si ahora no le metemos dinero, te digo, de todos modos más tarde que pronto, tendrás que irte de bracero. Y entonces todo va a ser más complicado.
—¿Por qué el gobierno no hace algo por los braceros? —volvió a preguntarse en voz alta don Abelardo—. Los braceros no son delincuentes. Solo buscan un futuro digno.
—Si el gobierno no procura apoyos al campo y a las pequeñas empresas, ¿cómo crees que se va a ocupar de los derechos de los que emigran al Norte? —don Juan devolvió la pregunta con cierto pesar—. De entre cien que se van, el gobierno ayuda a uno. Ese muchacho de los Fernández, Carlos, tuvo suerte. Fue al único que apoyaron. El programa de apoyos para sacar los papeles funcionó seis meses. Lo cerraron y no lo han vuelto a abrir.
—Seguro podrías encontrar trabajo en Zacatecas si fueras a la universidad y te titularas de ingeniero —insistió don Abelardo al tiempo que miraba de frente a Pedro—. Parece que abrieron de nuevo la mina del Toro.
—Las minas están todas vendidas a los extranjeros —le respondió Pedro—. A los ingenieros los traen de la Ciudad de México o son extranjeros. Si eres de Zacatecas, solo te contratan como peón y pagan muy mal. ¡No es justo que los zacatecanos no tengamos trabajo digno en nuestra propia tierra! —exclamó indignado—. ¿De qué sirve la mentada globalización? Globalizan las empresas extranjeras, pero de todos modos la gente pobre tiene que emigrar…
Pedro, doña Rosa y don Abelardo de nuevo se miraron entre sí, sin decir palabra. Pedro pensaba que definitivamente tenía que ir a los Estados Unidos para hacer dinero y salvar el negocio familiar. Don Abelardo, acongojado, tomó de la mano a su esposa. Don Juan pensaba a quién podría recurrir para encontrar un coyote que ayudara a Pedro a cruzar la frontera. Y el joven pensaba en que lograría su objetivo: traer dinero de Estados Unidos para salvar al negocio familiar.
En ese momento, la prometida de Pedro, Lupita, que venía del centro del pueblo, entró a la cocina. Traía el rostro iluminado por una hermosa sonrisa.
—Pedro —le dijo frente a toda la familia—, ¡estoy embarazada!
Él se levantó, la abrazó con alegría y dijo:
—¡Iré a los Estados Unidos!
Guía para facilitar el diálogo y la reflexión a partir del texto Pedro se va de mojado a los Estados Unidos
El presente material ha sido articulado a partir de la noción de «trabajo» desde una perspectiva filosófica marxista, en que la cuestión de la división del trabajo y la posesión de los medios de producción resulta central. Esta problematización se ha situado en el contexto de la migración en México, con las dimensiones económicas, sociológicas y psicológicas que implica, como la globalización, la lucha de clases, el racismo. El plan de discusión y los ejercicios, tienen como objetivo invitar al estudiante a dialogar y reflexionar sobre la importancia y la significación del trabajo, como momento fundamental en la determinación de las relaciones del hombre consigo mismo y con su sociedad.
Conceptos.
- Enajenación.
- Trabajo.
- Globalización.
- Justicia.
- Clase social.
- Derechos humanos.
- Solidaridad.
- Racismo.
Planes de discusión.
Plan de discusión 1. Enajenación y trabajo.
Don Abelardo se lamenta de que en México sea frecuente el hecho de tener que migrar a los Estados Unidos para poder ganar dinero. Pedro señala las causas de esa situación.
«En el estado de Zacatecas no hay dinero. La tierra productiva está en pocas manos. El resto es puro desierto. Las minas las tienen los extranjeros, uno trabaja como bestia, y pagan poco».
- ¿Cuáles son los trabajos más comunes en tu comunidad?, ¿cuáles los menos comunes?
- ¿Consideras que todos esos trabajos son dignos?
- ¿Cómo definirías un trabajo digno?
- ¿Qué es mejor: trabajar para sí mismo, en un negocio propio, o trabajar para otro (una persona, el gobierno o una empresa)? ¿Es digno trabajar para otro?
- Cuando el empleo propicia el desarrollo de las habilidades del trabajador, ¿podemos decir que es un trabajo digno?, ¿podemos decir que implica un proceso de humanización?
- Si una situación ideal es el bienestar de las personas, cuando alguien hace un trabajo rutinario y mal remunerado, ¿se trata de un trabajo digno?
- ¿Es digno hacer trabajar a un obrero muchas horas y pagarle poco o no brindarle seguridad social?
- ¿Qué características debe tener la relación entre trabajador y empleador para que se trate de una relación digna?
- ¿Quién debe regular las relaciones entre los obreros y los empleadores?
Plan de discusión 2. Globalización y justicia.
Pedro, tras analizar el problema del desempleo, critica la dinámica económica de la globalización. Don Abelardo le insiste a Pedro:
Si fueras a la universidad y te titularas de ingeniero, seguro podrías encontrar trabajo en Zacatecas. Parece que abrieron de nuevo la mina del Toro.
Pedro responde:
Las minas están todas vendidas a los extranjeros. A los ingenieros los traen del Distrito Federal o son extranjeros. Si eres de Zacatecas, solo te contratan como peón y pagan muy mal. ¡No es justo que los zacatecanos no tengamos trabajo digno en nuestra propia tierra! ¿De qué sirve la mentada globalización? Globalizan las empresas extranjeras, pero de todos modos la gente pobre tiene que migrar…
- ¿A quién deben pertenecer las fuentes de trabajo: a los trabajadores o a los propietarios particulares de la empresa (sean nacionales o extranjeros)?
- ¿Qué criterios debemos seguir para determinar si los dueños de las fuentes de trabajo pagan lo justo o no a sus trabajadores?
- ¿La globalización, en la que compañías extranjeras son dueñas de las fuentes de trabajo en diferentes países, es una política económica justa?
- Recursos naturales fundamentales para el desarrollo de la sociedad como el agua, el petróleo, la electricidad o la minería, ¿tienen que ser propiedad del Estado o pueden ser propiedad y patrimonio de empresas privadas?
- ¿El gobierno debe velar por los intereses de las empresas privadas o por los intereses del Estado o por los intereses de los trabajadores?
- Cuando por su trabajo una persona debe dejar el lugar donde está su familia, ¿se trata de un trabajo digno?
- Cuando por su trabajo una persona debe dejar su cultura, ¿se trata de un trabajo digno?
- ¿Aquel que da trabajo a un inmigrante, aunque sea ilegal, tiene la obligación de ofrecerle un trabajo digno y seguridad social?
- ¿Cuándo un trabajo es justo?
Plan de discusión 3. Clase social.
Pedro, tras señalar que en muchos casos el problema del desempleo no se soluciona con un título universitario, señala la cuestión de las clases sociales.
Papá, el hijo mayor de los Fernández, Carlos, terminó la carrera de ingeniero, y llevaba tres años buscando trabajo. Prefirió irse de mojado a piscar uva a California. Allá encontró jale seguro. Lo contratan cada año. El gobierno le tramitó los papeles. Hasta le pagan el boleto de avión.
Doña Rosa comenta:
Los Fernández tienen dinero, tienen un rancho grande. Pudieron pagar la educación de Carlos y conocen a la familia del presidente municipal. Nosotros somos de otra clase social.
- ¿Cómo describirías tu clase social?
- ¿Cómo describirías la relación entre las clases sociales en tu comunidad?
- ¿Cómo describirías la relación de las clases sociales en México? ¿México es una sociedad justa?
- ¿Es posible la existencia de una sociedad sin clases sociales?
- ¿Son necesarias las clases sociales? ¿De qué depende que haya clases sociales?
- ¿Hay países en el mundo en que existen sociedades con menos diferencias de clase? ¿Estos países tienen sociedades justas?
- ¿Qué países del mundo presentan mayores niveles de desigualdad social? ¿Estos países son injustos?
- ¿Cuál es la relación entre los países desarrollados o del primer mundo y los países subdesarrollados o del tercer mundo?
- ¿La relación entre países es equiparable a la de las clases sociales en un país en el que no hay justicia?
Plan de discusión 4. Derechos humanos.
Don Juan analiza los avatares de los emigrantes a Estados Unidos a la luz del tópico de los Derechos Humanos.
Supe de muchos que al querer cruzar la frontera, murieron en el intento. El desierto no perdona un error. Los coyotes son traicioneros. La patrulla fronteriza es cruel y muchas veces mata a los inmigrantes como si fueran conejos. Otras veces los detienen, los encarcelan unos días, y simplemente los regresan a México, sin dinero ni recursos para volver a sus hogares. No hay reconocimiento alguno de los derechos humanos.
- ¿Crees que todos los humanos debemos tener los mismos derechos?
- ¿Qué hace diferente a los derechos humanos de otros tipos de derechos que tengamos?
- ¿Los derechos son propios de los seres humanos o son otorgados por alguien?
- ¿Todos los seres humanos gozamos los mismos derechos?
- ¿Qué derechos pueden ser comunes a todos los seres humanos?
- ¿Hace falta un organismo o una institución que defienda los derechos humanos?
- ¿Qué son los Derechos Humanos? ¿Cuáles son los Derechos Humanos?
- ¿Siempre han existido los Derechos Humanos?
- ¿Los Derechos Humanos pueden estar desligados de las clases sociales?
- ¿Los Derechos Humanos se puede desligar de la cuestión de la relación entre el trabajador y el dueño de las fuentes de trabajo?
Plan de discusión 5. Solidaridad y Racismo.
Pedro pregunta sobre la relación entre los mexicanos en los Estados Unidos y el trato que reciben por los americanos. Don Juan expone la situación de solidaridad y racismo.
Pedro pregunta a don Juan:
¿Los mexicanos que ya están establecidos en Estados Unidos me pueden ayudar?
Don Juan responde:
Algunos, si son tus familiares o amigos, pueden ayudarte. Hay algunas asociaciones que luchan por la defensa de los Derechos Humanos y ayudan a los inmigrantes, pero tienen poco poder, y las leyes están en su contra. Claro que siempre hay connacionales de alma buena que te pueden ayudar, pero en realidad quizá los paisanos que ya están del otro lado son el mayor peligro. No conocen la solidaridad ni la compasión. Si ya tienen papeles, a veces te delatan a la Migra porque a los indocumentados se les paga menos y entonces son competencia.
Pedro le dice a don Juan:
Es que los mexicanos tendríamos que apoyarnos. Yo pensé que los gringos eran racistas y que los mexicanos nos apoyábamos entre nosotros.
Don Juan le explica a Pedro:
Mira, Pedro, la cosa está así. Aunque hay muchos gringos buenos, el gringo de por sí es racista y allá también empieza a escasear el trabajo. A veces de plano ves algún gringo trabajando de barrendero, en el campo o la construcción. Africanos, chinos, árabes, colombianos, guatemaltecos, hasta algunos güeros, todos andan luchando por un trabajo, y el gringo paga lo que quiere y desprecia a todos por igual.
- ¿Qué es el racismo?
- ¿Cuáles son las formas de racismo?
- ¿La mexicana es una sociedad racista?
- ¿La televisión en México transmite contenidos racistas?
- ¿La cuestión del racismo está vinculada a las clases sociales?
- ¿Los migrantes son discriminados por su biotipo?
- Si alguien tiene dinero, ¿es objeto de discriminación racial?
- ¿Cuál es el origen del racismo: la ignorancia, el miedo, es un instinto de la especie humana, es un arma política?
- ¿Somos iguales todos los hombres o existen biotipos o culturas superiores?
Ejercicios.
Ejercicio 1.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a distinguir y clarificar los conceptos clave que emplean, y a utilizar conceptos en un contexto significativo.
Instrucciones.
A) Dar un ejemplo de cuándo, en el trabajo…
Hay justicia. | No hay justicia |
Se respetan los derechos humanos | No se respetan los derechos humanos |
Hay solidaridad | No hay solidaridad |
Hay dignidad | No hay dignidad |
Hay libertad | No hay libertad |
Hay igualdad | No hay igualdad |
B) Con base en los ejemplos anteriores, responder:
- ¿Cuándo hay justicia en el trabajo?
- ¿Cuándo se respetan los derechos humanos en el trabajo?
- ¿Cómo se relaciona la solidaridad con el trabajo?
- ¿En qué consiste un trabajo libre?
- ¿Qué relación hay entre trabajo e igualdad?
Ejercicio 2.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a explorar las diferencias entre propuestas que se presentan como contrarias.
Instrucciones.
A) Completar la narración que se propone utilizando los siguientes conceptos: justicia, derechos humanos, igualdad, trabajo digno.
B) Completar la narración que se propone utilizando conceptos contrarios a los anteriores: injusticia, violación a los derechos humanos, desigualdad, explotación.
C) Identificar en cada narración cuáles serían las consecuencias sociales.
Juan estaba como ilegal en los Estados Unidos. Trabajaba en la pisca de uvas, en un viñedo de California. El sol era abrasador y apenas le pagaban tres dólares por caja… El precio normal era de seis, pero como él no tenía papeles… —Pedro —le dijo Juan a su compadre—, con estos tres dólares no nos va a salir ni para pagar el transporte. Apenas y sale para la comida. —¿Qué podemos hacer? —le respondió Pedro con tono de resignación—. Tenemos que seguir con el jale. Ni modo que nos regresemos a México. Aunque sea ganamos más que en la milpa del rancho… El calor aumentaba, pues el sol pasaba de mediodía. —Extraño a mi esposa. Hace ocho meses que no la veo… —dijo Juan pensando en voz alta. —Dime a mí —le respondió Juan—. De tanto esperarme se cansó y se fue con otro. Se llevó a mis hijos… Yo por eso ya ni quiero regresar a México… A espaldas de los compañeros se oyó una voz potente y autoritaria: —What are you talking about? (¿De qué están hablando?) Juan y Pedro guardaron silencio. El encargado de la plantación, un americano alto y fornido, los miraba fijamente. —El gringo no quiere que nos distraigamos platicando —le dijo Pedro a Juan. —¡Pero es que no somos tractores! —exclamó Juan indignado—. ¡tenemos derechos a conversar y tomar un respiro! Entonces, el americano les dijo en español: |
Ejercicio 3.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a interrogarse sobre las razones que tiene al sostener algo o decir algo.
Instrucción. Indicar cuáles de los siguientes enunciados son verdaderos y cuáles son falsos.
- Los pobres son pobres porque no trabajan.
- El trabajo dignifica a la persona.
- Los güeros son mejores que los morenos.
- Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
- El peor enemigo de un mexicano es un mexicano.
- Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
- Los mexicanos son flojos y perezosos.
- Los pobres son pobres porque quieren.
- Todos somos del mismo barro pero no es lo mismo vasija que jarro.
Ejercicio 4.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a señalar el sentido de proposiciones en un contexto determinado, interrogarse sobre las razones que tiene al sostener algo o decir algo, y clarificar el sentido de lo que expresan.
Instrucciones.
A) Leer el pasaje de Trabajo asalariado y capital de Karl Marx.
El fabricante, al calcular su coste de producción, y con arreglo a él el precio de los productos, incluye en el cálculo el desgaste de los instrumentos de trabajo. Si una máquina le cuesta, por ejemplo, mil marcos y se desgasta totalmente en diez años, agregará cien marcos cada año al precio de las mercancías fabricadas, para, al cabo de los diez años, poder sustituir la máquina ya agotada, por otra nueva. Del mismo modo hay que incluir en el coste de producción de la fuerza de trabajo simple el coste de procreación que permite a la clase obrera estar en condiciones de multiplicarse y de reponer los obreros agotados por otros nuevos. El desgaste del obrero entra, por tanto, en los cálculos, ni más ni menos que el desgaste de las máquinas. Por tanto, el coste de producción de la fuerza de trabajo simple se cifra siempre en los gastos de existencia y reproducción del obrero. El precio de este coste de existencia y reproducción es el que forma el salario. El salario así determinado es lo que se llama el salario mínimo. Al igual que la determinación del precio de las mercancías en general por el coste de producción, este salario mínimo no rige para el individuo, sino para la especie. Hay obreros, millones de obreros, que no ganan lo necesario para poder vivir y procrear; pero el salario de la clase obrera en conjunto se nivela, dentro de sus oscilaciones, sobre la base de este mínimo. Marx, Karl. Trabajo asalariado y capital. http://iuvicalvaro.org/documentos/Trabajo%20asalariado%20y%20capital.pdf |
B) De los siguientes enunciados, señalar cuáles corresponden al concepto de salario mínimo que propone Marx.
- El salario mínimo debe permitir al trabajador vivir con dignidad.
- El salario mínimo debe permitir al patrón ahorrar costes de producción.
- El salario mínimo debe permitir al trabajador educar a sus hijos.
- El salario mínimo debe permitir al patrón ahorrar gastos y reinvertir capital para renovar la infraestructura productiva.
- El salario mínimo debe permitir al patrón enriquecerse y comprar autos y casas lujosos.
- El salario mínimo debe permitir conservar la diferencia entre clases sociales.
- El salario mínimo debe permitir eliminar las diferencias entre clases sociales.
Ejercicio 5.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a reconocer el contenido de determinados conceptos en el marco de su definición, y utilizar un grupo de conceptos para reconstruir una tesis determinada.
Instrucciones.
A) Utilizar los conceptos que se presentan a continuación para completar las definiciones que aparecen en los recuadros.
B) Una vez completada la lista de definiciones y con los conceptos señalados, redactar una descripción de cómo se desarrolla en México el sistema económico-social capitalista.
Burguesía. Mercancía. Explotación laboral. Medios de producción. Fuerza de trabajo. Plusvalía. Clase obrera o proletariado. Capitalismo. Materia prima.
__________ es la expresión monetaria del valor que el trabajador asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo y que se apropia gratuitamente el capitalista. | |
__________es un término acuñado por Karl Marx y desarrollado en profundidad en su obra cumbre, El Capital, cuya primera edición data de 1867. Hace referencia a la capacidad física y mental, inherente a todo ser humano, de realizar un trabajo | |
________ es todo “aquello que se puede vender o comprar”, usualmente el término se aplica a bienes económicos. | |
El__________ es el sistema económico y social basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través del mecanismo del mercado. | |
Se conocen como ________ a la materia extraída de la naturaleza y que se transforma para elaborar materiales que más tarde se convertirán en bienes de consumo. | |
La __________ designa al conjunto de trabajadores que, desde la Revolución Industrial, aportan básicamente el factor trabajo en la producción y a cambio reciben un salario o contraprestación económica, sin ser propietarios individuales de los medios de producción. El término se contrapone así a clase capitalista o sector social que acapara el capital, así como al artesanato, sector en donde por lo general los trabajadores son propietarios de los útiles de producción. | |
La ________ es la clase social formada por las personas que son dueñas del capital y los medios de producción en la sociedad capitalista. | |
Los________ constituyen un recurso económico que posibilita a los productores la realización de algún trabajo, generalmente para la producción de un artículo. El término abarca recursos naturales, redes de transporte y energía, fábricas, máquinas y herramientas. | |
La _________ se define como recibir un pago inferior al trabajo que se realiza, lo que incluye desde pequeños abusos hasta los talleres de trabajo esclavo. |
Ejercicio 6.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a describir y a dar razón de las causas de un fenómeno económico-social, así como a utilizar determinados conceptos haciendo explícito su sentido.
Instrucciones.
A) Leer el siguiente pasaje de Trabajo asalariado y capital de Karl Marx.
La dificultad contra la que se estrellaban los mejores economistas, cuando partían del valor del «trabajo», desaparece tan pronto como, en vez de esto, partimos del valor de la «fuerza de trabajo». La fuerza de trabajo es, en nuestra actual sociedad capitalista, una mercancía; una mercancía como otra cualquiera, y sin embargo, muy peculiar. Esta mercancía tiene, en efecto, la especial virtud de ser una fuerza creadora de valor, una fuente de valor, y, si se la sabe emplear, de mayor valor que el que en sí misma posee. Con el estado actual de la producción, la fuerza humana de trabajo no sólo produce en un día más valor del que ella misma encierra y cuesta, sino que, con cada nuevo descubrimiento científico, con cada nuevo invento técnico, crece este remanente de su producción diaria sobre su coste diario, reduciéndose, por tanto, aquella parte de la jornada de trabajo en que el obrero produce el equivalente de su jornal, y alargándose, por otro lado, la parte de la jornada de trabajo en que tiene que regalar su trabajo al capitalista, sin que éste le pague nada. Tal es el régimen económico sobre el que descansa toda la sociedad actual: la clase obrera es la que produce todos los valores, pues el valor no es más que un término para expresar el trabajo, el término con que en nuestra actual sociedad capitalista se designa la cantidad de trabajo socialmente necesario, encerrado en una determinada mercancía. Pero estos valores producidos por los obreros no les pertenecen a ellos. Pertenecen a los propietarios de las materias primas, de las máquinas y herramientas y de los recursos anticipados que permiten a estos propietarios comprar la fuerza de trabajo de la clase obrera. Por tanto, de toda la cantidad de productos creados por ella, la clase obrera sólo recibe una parte. Y, como acabamos de ver, la otra parte, la que retiene para sí la clase capitalista, viéndose a lo sumo obligada a compartirla con la clase de los propietarios de tierras, se acrecienta con cada nuevo invento y cada nuevo descubrimiento, mientras que la parte correspondiente a la clase obrera (calculándola por persona), sólo aumenta muy lentamente y en proporciones insignificantes, cuando no se estanca o incluso disminuye, como acontece en algunas circunstancias. Marx, Karl, Trabajo asalariado y capital http://iuvicalvaro.org/documentos/Trabajo%20asalariado%20y%20capital.pdf |
B) Explicar por qué los obreros, a pesar de que trabajan mucho, ganan poco, a diferencia del capitalista, que cada vez gana más.
En la explicación es necesario emplear al menos tres de los siguientes conceptos: materia prima, capitalismo, clase obrera o proletariado, plusvalía, fuerza de trabajo, medios de producción, explotación laboral, mercancía, burguesía.
Ejercicio 7.
Con este ejercicio se busca que los estudiantes aprendan a sopesar y determinar el valor social del trabajo.
A) De los siguiente trabajos, elegir al azar cinco de ellos.
Médico | Albañil | Curandero | Bombero |
Costurera | Abogado | Prostituta | Filósofo |
Cocinero | Panadero | Chofer | Agricultor |
Profesor | Barrendero | Informático | Ministro religioso |
Escultor | Historiador | Poeta | Artesano |
B) Colocar las cinco elecciones en las casillas numeradas.
C) Responder las preguntas que se presentan en la primera columna, ordenando los trabajos elegidos, de mayor a menor, en los aspectos que cada pregunta contiene.
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | |
¿Cuál trabajo genera más valor? | |||||
¿Cuál trabajo debería ser mejor pagado? | |||||
¿Cuáles son trabajos socialmente necesarios? | |||||
¿Qué trabajos son útiles para cualquier sociedad? |
Sugerencias de lectura para el profesor.
Sánchez Vázquez, Adolfo, Ética y Marxismo,
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/marxis/P2C4Vazquez.pdf
Villoro, Luis, “El concepto de Ideología en Sánchez Vázquez”, en En torno a la obra de Adolfo Sánchez Vázquez,
https://books.google.com.mx/books?id=QqEko9V1ytoC&pg=PA577&lpg=PA577&dq=Luis+villoro+marxismo&source=bl&ots=6kDxM4W9jw&sig=1CiU8K6guGVFC–wgPQCe-Q6PFw&hl=es&sa=X&ved=0CEgQ6AEwB2oVChMI-MGE_oyTyQIVgTMmCh1gRQV2#v=onepage&q=Luis%20villoro%20marxismo&f=false
Vargas Lozano, Gabriel. El debate por la filosofía del marxismo en México.
http://148.206.53.230/revistasuam/dialectica/include/getdoc.php?id=337&article=357&mode=pdf
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